jueves, 26 de marzo de 2009

No me descosas.

Podría decirte miles de cosas pero seguramente no sería capaz de decirte todo lo que me llevé de ti, supongo que cuando se es capaz de aprender incluso de las ausencias todo lo demás es un simple trámite. Sonreir con los buenos momentos sabe hacerlo todo el mundo, gracias por enseñarme a reir de esa falta de comunicación que siempre fue tan nuestra que no se ha vuelto a repetir con nadie.
Háblame de las playas que pisaste mientras te esperaba, cuéntame a qué sabe el mar cuando te golpea, dime qué se siente cuando sabes que hay alguien esperando y tu no tienes niguna prisa por volver.
Intenta explicarme que significa para ti la palabra libertad, qué es para ti una equivocación y dibuja un sol azul en una hoja en blanco mientras esperas a que el teléfono suene.Día tras día.
No me queda duda que aprendiste a coser, los dobladillos de las emociones se tejen a base de trozos que se rompieron con el paso del tiempo, por suerte tienes un hilo que lo une todo, verde, rojo o blanco. Da lo mismo.

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