martes, 28 de abril de 2009

Littlest Things

Sometimes I find myself sittin' back and reminiscing especially when I have to watch other people kissin' and I remember when you started callin' me your miss's. All the play fightin', all the flirtatious disses I'd tell you sad stories about my childhood - I don't why I trusted you but I knew that I could - We'd spend the whole weekend lying in our own dirt I was just so happy in your boxers and your t-shirt
Dreams, Dreams of when we had just started things. Dreams of you and me.. It seems, It seems that I can't shake those memories. I wonder if you have the same dreams too. The littlest things that take me there, I know it sounds lame but its so true I know its not right, but it seems unfair. That the things are reminding me of you sometimes I wish we could just pretend even if only for one weekend So come on, Tell me is this the end?
Drinkin' tea in bed watching DVD's when I discovered all your dirty grotty magazines. You take me out shopping and all we'd buy is trainers as if we ever needed anything to entertain us.. The first time that you introduced me to your friends and you could tell I was nervous, so you held my hand. When I was feeling down, you made that face you do. There's no one in the world that could replace you
Sometimes I wish we could just pretend
Even if only for one weekend
So come on, Tell me
Is this the end?

lunes, 27 de abril de 2009

siameses

Con viento del este hiciste una cama

soplaste sobre ella para templarla

y con el murmullo de tu voz de agua

me cantabas nanas sin letra

y dormíamos tan juntos

que amanecíamos siameses


y medíamos el tiempo en latidos

y en tus dedos yo tocaba mis canciones

y tu pulso tamborileaba en mis sienes y muñecas

como diminutas patas de ciempiés

y nos repartíamos los labios y los dientes y el hipo

y del alfabeto, las impares

y en tus dedos yo tocaba mis canciones

...........

lo lamento

Tristemente puesta en pie, acaricias con los dedos la esperanza muerta, la torpeza y la vergüenza de este año que no fue, ese año que esperabamos tener. Y lamentas con miradas lo que no se puede ni explicar, lo que no has guardado porque al no ser lo esperado, no quisiste ni archivar ni un solo momento, ni un segundo odiado de este amor impuro y agotado, enfermo y delicado, pequeño y despistado que se apaga. Este amor se apaga como se apagan los impulsos de tu amor, como terminan los mensajes que no mandas, este amor... se apaga
Repetimos los errores que si antes eran grandes ahora son enormes, lamentamos no tenernos uno al otro y darnos flores que nos alivien en un instante, cambien todo y nos perdonen. Nuestra falta de cabeza es peor que la pobreza porque no nos ha dejado tener nada. Este amor se apaga como se apagan los latidos de tu amor, como terminan mis canciones que no acaban, este amor...

*

He tocado las estrellas -me dijiste susurrando, y tenías cicatrices que podían demostrarlo- Sólo soy lo que no quiero ser. Créeme cuando te diga, cambia de dirección. ¿Cuánto hace que nadie te besa como tiene que besarte? Hoy nos esperan besos a traición y ruido de ventanas abiertas. Ahora da lo mismo reirse por todo que llorar por nada. Y desde mi casa grito que, aunque pienso en abrazarte, que aunque pienso en ir contigo, el doctor me recomienda que no me quite mi abrigo.

destino

Cada uno crea su destino y no puede estar padeciendo lo que es consecuencia de sus actos. Uno recibe lo que da y es un problema dar mas de lo que se recibe como también lo es recibir más. Es muy cómodo querer tener todo y estar bien en todos los sentidos, pero en la vida hay verdades, hay presente y pasado, hay recuerdos, hay amor y desamor, en la vida hay prioridades y si uno no lo acepta, todo esto se te viene encima y lo tenes que aceptar porque es tu destino... el que vos creaste.
Seria muy triste verte en un tiempo en ese destino rodeado de soledad, solo porque no priorizaste. Soledad de abrazos (de verdad, sentidos), de gente de verdad la que te da todo. Pero en el presente reís y reís con tu entorno, que se ríe de ti y que por supuesto en tu destino no recordaras, porque solo recordaras esa sonrisa y esa mirada que te hicieron feliz. A veces muchas personas no llenan el lugar de una.
Cada uno deja entrar y salir gente de su destino y no puede estar padeciendo la gente que dejo ir.

no cualquiera

Tener la oportunidad, poder estar más allá, tan acostumbrado a no ser, a desconfiar, a no ganar. El mar se te abrió una vez, se te abrió para no parar y vos no te despertaste, lo arruinaste una vez más... Sentis la electricidad y no la sabes llevar, te quema, te paraliza y no te deja reaccionar.
Es tan perfecto que asusta, por qué nunca es justa la felicidad. Saber elegir es lo que cuesta más, no cualquiera suma sin restar.
(El enemigo peor, ese gran saboteador, siempre será uno mismo y ese miedo a estar mejor)

domingo, 26 de abril de 2009

no cree en refutar leyendas

Me abriste el pecho en dos con un flechazo certero y espiarte paso a ser una parada más en mi ruta cotidiana. Una mirada, una semana peleándome por vos, contra mi mundo por vos.. (Durmiendo en soledad se duerme abrazado a los miedos y sin tener valor enloquecí a mi alrededor.) Un baldazo de agua fría, un sueño en pesadilla al ver cerrado el local de ilusión sin que supieras quien soy.. Un panfleto supo dar cierto coraje y supiste ser mi enano y mi gigante; pase de esconderme a querer profanar las puertas del Edén y pisé en falso en la estación de tren. - Es tu risa que desarma, todas mis tropas se rindieron a tu reino de enseñanzas - Sentí que el destino esperaba jugarme a matar o morir, vencí a ese extraño que supo habitar en mí ..
Este hombre sensible no cruza los brazos, no cree en refutar leyendas, demostró que tu amor no lo gana cualquiera y tu tiempo me dijo al oído "estoy clausurado para el que no pelea" despertando el otro lado de la moneda

martes, 7 de abril de 2009

Y cuando todo sea adverso pensando en vos voy a estar muy bien.

Jugaremos a querernos, a llenarnos de besos. Soñaremos con llegar juntos al año que viene, con un futuro lejano juntos. Veremos peliculas los domingos por la tarde, para superar la pena del fin del fin de semana. Jugaremos a hacernos daño, a dejarnos de lado, porque nos hemos conocido demasiado. No tendremos misterio, tu desnudo ya no me dara calor. La naturalidad nos habra dejado sin hambre y volvera otro año nuevo y nos lloraremos, nos preguntaremos porque no nos han querido aquellos que nos tienen que querer. Nos consolaremos diciendo que lo nuestro ha sido un placer...
Y al llegar a casa suspiraremos porque lo que ansiamos no llega y no nos deja de empujar las sonrisas hacia el suelo para hacerlas caer -

estúpidos adolescentes

Eran estúpidos adolescentes que jugaban a quererse, que se inventaban la vida de la gente cuando ni siquiera podían poner nombre a sus propios sentimientos. Eran estúpidos e ineptos por quererse y no decírselo, por darse besos debajo de los árboles, crear una historia que acabase con un beso y ¡zas! a la noche ya no me acuerdo. Él fue para ella él y ella no fue para él. Después de tanto tiempo sus besos no fueron los mismos y le duele, o más bien les duele. Ella dice que se distanciaron por un breve espacio de tiempo, equivalentemente a un segundo y él dice que ese espacio de tiempo fue una eternidad. Por orgullo, por honor, por cobardía y por no querer quererse, se fueron abandonando, aunque ninguno de los dos se lo perdonó. Nunca nadie se perdona dejar a quien más quieres abandonado cuando más lo necesita.
Ella le gritó desde lo lejos:
-Te necesitaré siempre
Y él, levantó la cabeza y siguió andando, y aunque no lo parezca, dejarla ahí quieta, gritando, le rompió tanto el alma.. el problema fue que se la rompió despacio y para cuando se quiso dar cuenta, ella ya callaba. Se estaban haciendo daño, se estaban destrozando. Se querían, pero sus caminos tenían bifurcaciones distintas...
Te quiero, le susurró ella.
Y al cabo del tiempo, para que ella no lo supiera él dijo: Te quiero princesa...
No te vayas del todo...No lo hagas..

Poldy Bird.

Eres el hilo que lo conecta todo, me hilvana a la música, al color, a las palabras, a los sentimientos, a la naturaleza, al pensamiento, al deseo, al espíritu.
Antes de encontrarte, yo era un ramo de cosas entremezcladas, ahora soy una luz única en la que todo está fundido, aglutinado, amasado sin grumos, procesado, unificado en el sentido literal del término. Diste vuelta el cielo para volcarme las estrellas. Ovillaste el canto para atármelo al alma. Aunque me quede quieta pongo en movimiento todo lo que construye al mundo: ternura, alegría, amor. Y lo que lo transforma: mareas, huracanes, hielos, fuegos, sequías...
Me voy abriendo. Y al abrirme, me expando, crezco, llego a los confines, vuelvo y entro en mí. En todas partes estás, precediéndome o esperándome. Eso es lo que más amo en ti: tu puntualidad para vencer mi soledad. Tu perseverancia para pulverizar mi pena y echarla al aire. Tu fuerza para ocupar los espacios ambiguos que existen en un ser: el espacio de la duda, el de la indecisión el de la inquietud, el del desgano... Los transformaste en depósitos de vida, latidos de reserva, semillas de tumbergias rosadas.. No te voy a decir que es la primera vez que me enamoro, porque no es verdad. Pero sí es la primera vez que "me enamoran". Que no elegí, que no ejercí el control desde el principio. Que sucedió sin que me diera cuenta. Que cuando supe, ya lo habías resuelto. Y empecé, entonces, a desatarme.
A abrir todas las puertas. A deshacer los nudos. A tirar las piedras a los costados del camino. A respirar llenando los pulmones. A desprenderme culpas y dolores, resentimientos y rencores y dejarlos en papeleros amarillos. Me gusta tu nombre estereofónico, tu voz vibrante y áspera... ¡bah, todo me gustas!
De pe a pa. Tu risa un poco tímida. Tus manos sensitivas. La forma en que entornas los ojos con un movimiento casi infantil, como si los párpados pudieran defender todo lo que se lee en ellos. Y tu mirada rápida, directa, que se adelanta siempre a tus palabras, como si les fuera abriendo paso. Me gusta que te importe lo que digo, lo que pienso, lo que siento. Que tengas curiosidad por todo lo que tiene que ver conmigo. Que estés constantemente tratando de asomarte a mi corazón. Para que puedas espiarlo, lo dejo descubierto. Quiero que sepas de mí más de lo que yo misma sé. Que por una vez en mi vida alguien me explique por qué hago o digo..., alguien me dé un consejo acertado, me haga razonar, me brinde un poco de paz..., alguien me saque del torbellino cotidiano, de la envidia de los inútiles, del orgullo de los ínfimos y del desagradecimiento de los mendicantes. Alguien que puede mirar de frente el rostro de los ángeles y que hasta los conoce por sus nombres. Alguien que guarde boletos capicúa, programas de cine, servilletas con el nombre de las confiterías, cajitas de fósforos, sobrecitos de azúcar de todos los lugares por donde viaja. Alguien que conoce el nombre de las estrellas y puede señalar las constelaciones. El hilo que lo conecta todo: cuerpo, mente y espíritu, con la fuerza del cosmos y la vitalidad de la naturaleza. Un hilo que me envuelve, que me hilvana al diamante y a la flor, a la espuma del mar, al granizo, al vuelo del cóndor, al aletear mágico del colibrí, a tu voz, a tu abrazo, a las esquirlas de tu amor cayéndome en el.

Amaneció mi vida -

Entonces se puso su cabeza en mi regazo, arrodillado ante mí, y yo miré su pelo oscuro y suave, un poco más largo que de costumbre, como siempre que va a hacérselo cortar. Sus largos brazos me estrecharon y todo lo que parecía estar sembrado de espinas desapareció. Acaricié su cabello. El aire era de raso; el color ambarino de la luz transformaba la piel en satín. No había un espejo allí, pero yo registré ese momento como una fotografía color sepia en la que un hombre y una mujer, cansados de ser arrastrados hacia los remolinos del río por la corriente rápida de la ira, los celos, las equivocaciones, los rudos golpes de haber vivido... cortan el elástico de la tensión y, al instante, se sientes libres como dos barquitos navegando armoniosamente. Una fotografía desfallecida, neblinosa y bella. Ese gesto entregado me quebró. Se me escurrieron las palabras, ¿Qué podía decirle? ¿Qué podría reprochar? ¿Qué podía pedir que no estuviera recibiendo ya?. Todos los discursos del universo eran menos elocuentes que el calor de sus brazos aferrándome, o más bien, aferrándose de mí...
Acaricié su cabello, sus mejillas hundidas, sus ojeras oscuras. Suavemente.
Él subió su cabeza de mi regazo a mi pecho, y su expresión de dolor se fue mudando a paz. Dijo: "Te quiero, perdóname." Lo dijo muchas veces , muchas veces... Frotó su rostro en mis manos y su llanto las humedeció. Todo quedó lavado con esas lágrimas. Purificado. Claro. Borrados los precipicios. Borradas las esperas con dolor en las tripas. Borrada la incertidumbre. Borrada la rabia. Borrados los detalles, las piedras pesadísimas que hubieran hundido la embarcación. No es que no doliera, sino que su amor fue la anestesia que acallo el dolor. Cómo puede un gesto sencillo y verdadero obrar su milagrosa curación. Cómo una voz que nace de la fuente encantada del amor es capaz de sanar los tules rasgados de la ilusión, las cortaduras del alma... Los actos simples hacen simple al hombre. ¡Y qué difícil es ser un hombre simple! Él puso su cabeza sobre mi regazo, arrodillado ante mí. Entregado. Sincero. Avergonzado. Cansado. Vengo del infierno, musitó. Y yo supe que era cierto. Que solamente el infierno puede borrar el brillo de la mirada y dejar un pozo en cada ojo... ¡Cómo pudo ser que no me haya dado cuenta! ¿Y, qué esperabas, qué creíste, qué buscabas?
No sé... las cosas estaban tan difíciles con vos... me pareció que no me querías más, que yo ya no te importaba. Me volví loco. Tenía que llamarte la atención... pensé que podía manejar la situación y caí en mi propia trampa. ¿Te sirvió? ¡Me horrorizó! No quiero recordar los detalles de esa historia; podría parecer un alarde de imaginación tortuosa, enfermiza. Me basta con saber que nada pudo destruir lo esencial. Que lo sagrado siempre quedó conmigo, y tuvo que regresar para recuperarlo... Acaricié su cabello suave. Besé sus párpados. Sus mejillas mojadas. Nunca estuvimos tan cerca como en ese momento. Nunca nos miramos tan hondo durante tanto tiempo. Tan hondo, tanto, tanto, que ví cuando sus ojos recuperaron aquella luz perdida. Venía del fondo, creciendo como un incendio: llama tibia, fogata, hoguera, sol. Amaneció su vida.
Amaneció mi vida. Y no es que no doliera, ni que no hubiese existido la noche antes de ese amanecer... sino es que el amor... ay, el amor...

miércoles, 1 de abril de 2009

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La sabiduría llega cuando no nos sirve para nada, no se puede evitar, y todo lo que pasa conviene; son las reglas del destino, son las reglas del amar. Cuando vos querías un abrazo yo quería emborracharme con los flacos en el bar, cuando yo quería la rutina vos decías "quiero aire, necesito libertad" Pero al fin, si es amor, cruzará huracanes y tormentas. Pero al fin, si es amor, beberemos sólo su belleza. Al otro día como el ave fénix me levanto con el pie derecho y río sin razón, llevo una locura caprichosa
Pero al fin, si es amor, cruzará huracanes y tormentas. Pero al fin, si es amor, beberemos solo su belleza y si es amor, comeremos en la misma mesa y si es amor, lo que nunca compartimos, las vidas que no vivimos juntos, las miradas que esquivamos, las mentiras que dañaron...... nada nos importará si es amor

para siempre


¿Podrás perdonarme?
En un mundo que rara vez comprendo soplan los vientos del destino cuando menos lo esperamos. A veces soplan con la fuerza de un huracán; otras apenas nos rozan las mejillas. Sin embargo no puede negarse su existencia porque a menudo traen consigo un futuro que es imposible negar. Tú, querida mía, eres ese viento que no anticipé, el viento que ha soplado con más fuerza de la que creí posible. Eres mi destino.
Estaba equivocado, muy equivocado al tratar de negar lo que era evidente y te ruego que me perdones. Como el viajero cauto, traté de protegerme del viento y sólo logré perder mi alma. Fui un tonto al no hacer caso de mi destino, pero hasta los tontos tenemos sentimientos y me he dado cuenta de que tú eres lo más importante que tengo en este mundo.
He cometido más errores en los pasados meses de los que algunas personas cometen en toda su vida. Me equivoqué al actuar como lo hice cuando encontré las cartas, del mismo modo en que me equivoqué al ocultar la verdad de lo que estaba ocurriéndome en relación con mi pasado. Pero en lo que más me equivoqué fue al negar lo que está claro en mi corazón: que no puedo vivir sin ti.
Lo que más deseo en esta vida es que me des otra oportunidad y de alguna manera volvamos a reunirnos.
Durante los primeros días después de que te marchaste quise creer que podía seguir viviendo como siempre pero no fue así. Cada vez que veía ponerse el Sol pensaba en ti y en los maravillosos momentos que pasamos juntos. El corazón sabía que mi vida nunca volvería a ser la misma. Quería que regresaras más de lo que pensé que fuera posible, pero siempre que pensaba en ti seguía oyendo tus palabras en nuestra última conversación. Sin importar cuánto te amara, sabía que nada sería posible a menos que nosotros, los dos, estuviéramos seguros de que yo podía comprometerme por completo con el sendero por delante. Seguí preocupado con estas ideas hasta que anoche, muy tarde, la respuesta vino por fin a mí.
En un sueño me vi en la playa con ella, en el mismo lugar al que te llevé después de aquella vez que comimos juntos.
El Sol brillaba y sus rayos se reflejaban, deslumbrantes, en la arena. Caminamos por la playa, uno junto al otro y ella escuchó con atención mientras le hablaba de ti, de nosotros, de los momentos maravillosos que compartimos. Después de algunos titubeos admití que te amaba, pero que me sentía culpable al respecto. Ella no dijo nada, sino que siguió caminando, hasta que por fin se volvió y me preguntó: “¿Por qué?”
–Por ti.
Al oír mi respuesta ella me sonrió con un gesto condescendiente y divertido, como solía hacerlo antes de morir.

Cuando desperté me sentí vacío y solo. El sueño hizo que algo me doliera por dentro por lo que yo le había hecho a nuestra relación, y me puse a llorar. Cuando logré controlarme escribí dos cartas: la que tienes en las manos en este momento y una para ella en la que por fin me despido. Hoy la enviaré. Ella, a su manera, me dijo que debía continuar con mi vida y he escogido hacerle caso. No sólo a sus palabras, sino a las inclinaciones de mi propio corazón que me conducen siempre hacia ti.
Lo siento, lamento mucho haberte herido. Viajaré la semana entrante con la esperanza de que encuentres la manera de perdonarme.
Te amo, y siempre te amaré. Estoy cansado de estar solo. Cuando veo niños que lloran y ríen mientras juegan en la arena me doy cuenta de que quiero tener hijos contigo. Quiero verlos crecer y convertirse en hombres. Si me lo pides, me mudaré contigo, porque no puedo seguir de esta manera. Sin ti me siento terriblemente enfermo y triste. Mientras estoy aquí sentado, en la cocina, rezo para que me dejes volver contigo, esta vez para siempre.